A veces cuando las tormentosas aguas de la poca creatividad golpean tu dosis diaria de cómics, comienzas a considerar abandonar de una vez por todas esa afición por la que muchos no dan un peso y que te da tantas amarguras. Muertes, regresos, héroes caídos de gracia... y entonces te preguntas cómo fue que fuiste a dar con una afición como esa? Cómo fue que te involucraste con los cómics en primer lugar? La respuesta no siempre es fácil pero hurgando en el pabellón de los recuerdos, llegas a esos primeros día, esos primeros cómics y con nuevo aliento, sabiendo que luego de la tempestad llega la calma, esperas a que la tormenta pase. Porque pasará, eso es seguro. Y nuevos dias de brillante creatividad volveran y de nuevo disfrutarás de la alegría de leer cómics, tal como disfrutaste de la alegría de ese primer cómic.
Sin mas, los invito a que me acompañen a divagar por las corrientes de la memoria y redescubrir aquellos días, en el siguiente artículo publicado en Comicverso:
Y si te animas, puedes compartir tu también esa experiencia con tu primer cómic dejando un comentario, para que todos se contagien de esa alegría!
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